Pensadas para disfrutar del silencio y el descanso, todas las habitaciones son amplias, luminosas y muy agradables para asegurar el máximo confort. Cada una de ellas, sin embargo, impregnada del alma del espacio, de la vida vivida, de una arquitectura rural donde las paredes y el suelo rústico, tal vez irregular, permiten transmitir la autenticidad del sitio. El privilegio de disponer de jardín privado, añade un aliciente para aprovechar aún más su estancia.