En la cocina de la casa era realmente donde los asuntos más importantes de Alcaufar Vell se discutían. El espacio angular donde la vida transcurría alrededor del fuego, en el que Joana Caules Pons, esposa de Joan Mercadal Segu, Señor de Alcaufar, hacía y deshacía con esa sonrisa que encantaba, y que cuenta la leyenda que un día terminó seduciendo al mismo Maréchal Richelieu. Nadie sabe que pasó en la alcoba que tiene la habitación, pero una vez en París, aquel militar francés tardó poco en elogiar la salsa y los encantos de aquella cocinera entre la corte.