Las vigas de madera vistas bajo el tejado de la casa señorial, confieren a la suite un encanto especial donde el perfume de la historia, sigue muy presente al recordar aquel 22 de abril de 1756, cuando el mariscal Louis François Armand de Vignerot du Plessis, duque de Richelieu, hizo estancia en Alcaufar Vell y probó por primera vez, la salsa mahonesa. El acceso privado desde la habitación hasta un torreón para contemplar Menorca a los cuatro vientos, proporciona unas vistas espectaculares.